En los últimos años, han sido numerosos los estudios en torno a la interacción entre los rayos cósmicos galácticos (RCGs) y el clima de la Tierra con una gran variedad de resultados, algunos de ellos controversiales. Parece haberse dado un gran avance en el aspecto teórico de la posible interacción, siendo dos los principales mecanismos físicos candidatos: la nucleación mediada-por-el-ión (ion-mediated nucleation, IMN) y la electrocolección. En una y otra teoría, el papel fundamental de los RCGs es la ionización en la atmósfera. La teoría del IMN prescribe cambios en las propiedades de la microfísica de la nube (vida de la nube, albedo, espesor óptico, concentración de núcleos de condensación, entre otros) y consecuentes cambios en la cobertura nubosa baja global. La electrocolección añade a la anterior, modificaciones en la dinámica de la nube que, en mayor escala, produce modificaciones en la circulación atmosférica. Hay algunas evidencias observacionales de relación consistente con las teorías propuestas a lo largo del ciclo solar de 11 años entre RCGs y variables climáticas (cobertura nubosa global, circulación atmosférica, precipitación). No obstante, la complejidad del sistema deja entrever otros posibles mecanismos; por ejemplo, la interacción estratosfera-troposfera por la relación UV-ozono. A su vez, la existencia de tendencias seculares en el flujo de RCGs, que se asociarían al calentamiento global, sugiere incorporar otra variable a evaluar en la problemática del cambio global.